martes, 27 de octubre de 2015

Vapeo y hostelería.


Hoy he ido a comer a un restaurante con mi hijo, nos sentamos y mientras ojeamos la carta, yo vapeo.
Nunca me habían dicho nada  por vapear en ningún lugar público, excepto algunas pequeñas anécdotas divertidas, pero sin ninguna importancia.
El caso es que el camarero acudió raudo a decirme:
.- Por favor aquí no se puede fumar.
.- No estoy fumando, estoy vapeando.
.- ¡Ah!, es un cigarrillo electrónico.
Se dio cuenta de que había metido la pata, pero en vez de reconocerlo y pedir disculpas.
.- Ya, pero es que me molesta a los ojos.
.- No se preocupe, dejare de vapear.
Mientras tanto, deciros que durante una hora solo estuvo a menos de 10 metros de nuestra mesa, cuando nos tomo la comanda y cuando nos sirvió.
Una pena, comimos bien, pero no lo suficiente como para repetir mientras estas actitudes no se corrijan.
Son una minoría, pero tienen que entender que irremediablemente nosotros cada vez seremos más y no toleraremos que se nos trate como a los fumadores, la mayoría ya hemos pasado por esto y no nos gusta.
Señores hosteleros, el vapor no molesta, no perjudica, el que se vapee en sus locales es síntoma de un interés creciente por recuperar la salud perdida con el tabaco, lo que hace unos años ustedes no querían prohibir por que les restaba negocio. Aumenten su clientela poniendo en la puerta de sus establecimientos “BIENVENIDO EL VAPEO”.
Os invito a todos, para hacer esta propuesta en los locales donde frecuentéis o donde creáis conveniente.
 Mientras tanto desde aquí, os deseo un rico vapeo.


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