viernes, 14 de agosto de 2015

¿VAPEO? Esto no es teoría, esto es la vida.


En marzo del 2012, en una reunión familiar en la que nos juntamos alrededor de 20 personas, de las que algunos eran niños,  había 9 fumadores empedernidos, una casa llena de humo, alguna mascota escondida, mucha alegría y risas.

 Casi ninguno era consciente del problema del tabaquismo. Algunos cuando iban hacer deporte, se les salían parte de los pulmones por la boca, pero era por el esfuerzo. A otros les dolía el pecho por la noche, pero era causa del estrés, como las jaquecas o el insomnio. Los ronquidos de prácticamente todos eras problemas nasales. En fin, cosas normales en adultos que no quieren o no pueden,  reconocer un problema.

En marzo del 2015, en una reunión familiar, igual a la descrita con anterioridad, de los 9 fumadores, queda uno al que aun he sido incapaz de hacerle probar el vapeo, 2 son prácticamente vapeadores, pero siguen intercalando el tabaco, otro no sé exactamente su relación actual con el tabaco, yo se que fuma, el resto somos vapeadores, en casa sigue habiendo mucha alegría, risas y la mascota que es la más lista de todos corretea sin ningún problema por toda la casa.

Las casas no huelen a humo, ni la ropa, los deportistas tienen agujetas, ya no hay tanto estrés, porque el pecho no duele, el insomnio es puntual en algunos casos, las jaquecas se han convertido en dolores leves de cabeza ocasionales. Por no extenderme tanto y que esto parezca proselitismo barato os invito a leer un artículo en este mismo blog, titulado “Dos años sin fuma”, escrito prácticamente al comienzo de esta bitácora.

La calidad de vida de mi familia, sobre todo la de mi pareja y la mía, de las que puedo sin duda dar fe, ha mejorado sustancialmente gracias al vapeo, siempre daré las gracias a mi hermano Daniel por ser pesado y convencernos de los beneficios de vapear, en vez de fumar.

Y por ultimo lamentarme de la clase política, que siempre antepone los intereses económicos a cualquier otra cosa, como en este caso es la salud de los ciudadanos.
 ¿Tendremos que vender nuestro voto?.
 ¿Seremos número suficiente para que algún partido se comprometa con el vapeo?.
 ¿Serian capaces de contradecir a las multinacionales tabaqueras y farmacéuticas?.
¿Qué valor tienen los trabajadores, que viven de este sector, para los políticos?.
 ¿Cómo se amortizaría el dinero invertido?.
¿Y la ilusión y el esfuerzo de empresarios y autónomos?.
¿Interesa luchar contra el fraude, o queremos que surjan de las prohibiciones, mercados ilegales que se aprovechen de ellas?

Ante estas incógnitas y muchas más, surge el desasosiego. Yo no quiero volver a fumar, ni a vapear cualquier cosa y a cualquier precio. Habrá que tomar medidas, debemos ir buscando alternativas por si acaso.


Mientras tanto, os deseo un rico vapeo,  que os inspire y llene vuestras cabezas de ideas.

1 comentario:

  1. Y lo que me alegro yo de tener una familia con menos humo!!
    Con respecto a la política, es interesante ver cómo en Inglaterra el sistema sanitario se está planteando dar gratuítamente un cigarro electrónico a todo aquel fumador que quiera hacer el cambio. Piensan que les saldría mucho más rentable, que subsanar todo el gasto sanitario ocasionado por el tabaco.
    Un abrazo!

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