Glas es sinónimo de calidad, en este blog hay referencias
notables de sus productos, este del que os escribo hoy no lo es menos. Es uno
de los mejores tabaquiles que he vapeado en los últimos meses.
BUTTERSCOTCH RESERVE es un jugo complejo, lleno de matices,
de los que gusta mantener su vapor en boca, para que nuestras papilas
gustativas se impregnen de los aromas que nos ofrece, es simplemente delicioso.
En nariz es muy aromático, dulce, donde destaca el caramelo,
la vinilla y el tabaco. Directo en boca siguen persistiendo esos componentes,
pero se le añade un cierto picante del tabaco, de esos buenos tabacos curados.
Su vapeo es maravilloso, es un jugo sabroso, delicado, funciona como algunas
veces os digo, cuando hablo de líquidos excepcionales, es como una orquesta
bien afinada, nada desentona en el conjunto y todo se percibe de forma
armoniosa.
Tabaco sí, pero con vainilla, con caramelo, con miel, con un
horneado de galleta, con una cremosidad deliciosa, de verdad es un tabaquil que
se sale de los esquemas, Para simplificar y que todo el mundo lo pueda
entender, es como un RY4 enriquecido y envejecido. Un gran reserva, una delicia
de jugo.
Ahora bien, no puedo escribir este artículo si expresar mi
decepción con “Glas”, mi más profunda decepción, por una parte se aleja de su
exclusivo diseño, ofreciendo mucha información en su etiquetado, denostando un
estilismo singular y convirtiendo la imagen de un producto excelente, en sosa y
carente de estilo.
Lo peor de todo, cambiar el cristal por el plástico. Yo
personalmente, voy desde esta humilde bitácora a revindicar los envases de
cristal, voy a manifestar mi protesta por la proliferación del plástico en el
mundo vaper. Hoy especialmente quiero que en GLAS, un fabricante que cuenta con
uno de los más bonitos diseños de frascos para líquidos, se dé cuenta del error
y que rectifique, se lo agradeceremos enormemente los vapers del mundo y sobre
todo, se lo agradecerá el planeta.Pero sigamos, porque de este tema prometo
escribir largo y tendido.
Maridaje de este jugo. Es tan bueno y tan rico, que lo
recomiendo a cualquier hora, acompañando cualquier comida o bebida. A mí me
gusta después del primer café, acompañando el aperitivo (con vino, cerveza, con
un Martini), en los postres, por la tarde noche con un combinado. Una buena
lectura o película, con un licor añejo resulta fascinante.
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