Unos líquidos muy ricos,
sabrosos, unas autenticas golosinas.
Después de una temporada
sin probar nada de lo que mereciera la pena escribir, parece que se invierte la
tendencia, llegan cosas muy ricas e interesantes. Hoy empezare por dos líquidos
de la marca Sweet Starh, que me hacen llegar desde Londres mis amigos de
VAPORWORKS.
A mí personalmente, que
como he dicho muchas veces no soy de
este tipo de sabores, me han gustado mucho, precisamente por ser autenticas
golosinas. Lo han clavado.
Entre mis preferencias
kioskeras están los regalices blandos y esas gomis tipo mora, recubiertas de
pequeñitas esferas de caramelo rojas o negras, pues estos líquidos son tal
cual.
El Sour Belt, es una mora
de esas rojas, que realmente a mí siempre me han sabido mas a fresa que a mora,
pero lo que está claro es que su sabor es idéntico a esa golosina, con la misma
cremosidad y su dulce comedido. Perfecto para ver una peli y sin miedo a esas
calorías que se empeñan en alojarse, en las partes del cuerpo donde más
molestan.
El Sour Candy, es la
replica exacta de ese regaliz azul recubierto de azúcar y ¿pica pica?, bueno,
ese polvillo que le da cierta acidez a esas barritas dulces. Riquísimo, una
delicia, no sabría decir cuál de los dos me ha gustado más.
Para los golosos y
amantes del dripeo, pueden llegar a ocupar uno de los lugares preferente entre
sus líquidos, su producción de vapor es muy buena, exagerada diría yo.
No sé si a día de hoy,
alguno de nuestros proveedores lo tendrá entre sus referencias, yo no lo he
visto entre mis habituales, pero seguro que tendría una buena acogida.
Nada mas por hoy,
deseando escribir sobre algún otro que tengo ahora mismo sobre la mesa y que
están sorprendentemente exquisitos.
Mis deseos de que
disfrutéis de un rico vapeo, que nos da la posibilidad de disfrutar de todo
tipo de sabores y aromas, manteniendo nuestra línea a raya. Ya sabéis, a
excepción del sexo no hay vicio tan sano como este.
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