En mi ciudad hay muy buenos cocineros y pasteleros, con
nombre, fama y prestigio reconocido, pero supongo que a todos los que lean
esto, les pasara como a mí, que su chef preferido no se encuentra entre los que
habitualmente se nombran, ni trabajando en los locales de renombre de la
ciudad.
Esto ocurre, porque están enamorados de su trabajo por
encima de cualquier otra circunstancia, solo piden lo suficiente, para seguir
desarrollando su profesión con la mayor dignidad del mundo, dando a sus clientes
lo mejor de ellos mismos. Su ilusión y entusiasmo, se nutre a diario de la
satisfacción de sus clientes.
Estos profesionales, tienen muchas probabilidades de
independientemente del tamaño de su negocio, de que con el tiempo, su nombre
este escrito en la portada del libro de los venerables.
El hombre que hay detrás de "Alchemy Carlitos", me
ha sorprendido desde el inicio, desde que leí su planteamiento conceptual de lo
que hacía, pensé que podía ser aquello un puro ejercicio estilístico, y que su
trabajo fuese más de lo mismo, adornado con una verborrea estilosa. O bien que
aquello fuese el preámbulo de algo magnifico si lo que vendía se asemejaba a lo
que se describía en aquellos textos.
Hoy tengo delante algunos de sus productos, y lo primero que
debo decir es que estoy ante el trabajo de un hombre honesto, lucido, sensible
y exquisitamente refinado.
Ahora bien, lo que
este hombre nos ofrece no es apto para todo el mundo, son líquidos pecaminosos,
son líquidos para adultos.
BALTAZAR
El tabaquil más rico que he probado hasta la fecha.
Hoja de tabaco turco especiado, oloroso y suave. Una
ligerísima pero suficiente nota de miel, que endulza sin empalagar, no sé si
será por el tipo de miel o por que la proporción es perfecta, (que virtud, esta
de las justas medidas). Frutos secos, tostados, más bien diría yo, dorados.
Café, ligero, complementando el conjunto. Por último el humo, como si más que
humo fuese una ligera neblina que lo envuelve todo, difuminando cualquier
arista o aspereza.
Un maravilloso jugo, pleno en boca, oloroso, con un
retrogusto largo y sedoso, complejo y bien definidos sus matices, una densidad
de vapor importante, que hace del vapeo de este liquido una magnifica
experiencia.
El autor, el chef, que ha conseguido esta mezcla, en su
definición del producto, escribe dos palabras que llaman la atención
"mesquite" y "tömbeki". El mesquite es un árbol cuyos
frutos son libados por las abejas, produciendo una miel a la que se da este
nombre, por otro lado es un árbol de madera muy dura y que uno de sus usos, es
el ahumar alimentos. El tömbequi, es una forma muy especial de preparar el
tabaco (muy interesante), es tradicional en Turquía donde se fuma en shisha.
Pues bien, no me cabe la menor duda, que inspirado y partiendo
de estas dos palabras, este virtuoso de la alquimia, nos presenta un jugo cinco
estrellas, con el que poder inspirarnos para contar mil y un cuento, repletos
de imágenes, olores y sabores, auténticamente orientales.
Amigos, este líquido es una exquisitez, es complejo, lleno
de matices, muy limpio, en lenguaje plástico, lleno de veladuras y sin un solo
empaste. Al día de hoy el mejor tabaquil que he probado sin ninguna duda. Para
cerrar los ojos y disfrutar.
PANNA SACRA
Una panacota, servida bajo una campana ahumada con un ligero
toque de incienso. Un dulce tradicional, al más puro estilo italiano, el acido
de la fresa compensando el dulce de leche avainillado, matices de manzana verde
y un ligero aroma cafetero.
Un liquido que hace un vapeo pleno en boca, una delicia para
la papilas gustativas, en nariz resalta su dulzor especiado, su retrogusto es
largo, muy largo… seco y persistente.
Color de licor añejo, densidad untosa, magnifica vaporada, muy densa.
Un delicioso jugo, con aromas y sabores muy mediterráneos,
matices orientales, que le dan sedosidad y armonía. Un liquido complejo con
mucha personalidad.
ALICE
Un dulce sabroso, cremoso y suave. Si Alicia en la película
tubo que desentrañar secretos, deshacer madejas, viajar a un mundo de
fantasías, vapear este liquido es algo similar.
Es una fantasía, sabores aterciopelados, sin predominancias
importantes, el melocotón, el coco, el caramelo, un ligero chocolate, todo
envuelto en un riquísimo dulce de leche. Una sinfonía donde todos sus
intérpretes afinan a las mil maravillas. Un jugo redondo que entra en boca
pleno, es una inundación de sabor, en nariz engaña, da un dulzor casi
empalagoso, como un trampantojo, donde encontramos la virtud es en el
retrogusto, ahí es donde empiezan a aparecer todos los personajes, nítidos,
naturales, sin artificios moleculares.
Un liquido virtuoso, para fantasear, se me antoja muy
sensual, para vapear en los mejores momentos.
Sinceramente, estos líquidos son de los mejores que he
vapeado, por su personalidad, complejidad y sobre todo la sutileza con la que
están realizadas las formulas. para mi tienen el calificativo de exquisitos.
Dado que su precio es muy razonable, yo os animaría a que
intentéis haceros con ellos, lo que no será fácil, ya que la producción es
corta. La etiquetas a parte de los detalles que las acompañan y sus
especificaciones extensas y claras, traen el nº de botella, la fecha de
envasado, todo ello grafiado a mano.
Desde aquí, os deseo un rico vapeo.
Una entrada espectacular, y si esos líquidos la merecen es que deben de ser increíbles. Muy bien por Don Carlitos, sí señor. Esperemos que sigas pudiendo hablarnos de sus creaciones en próximas entradas!
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